Los Caños Dorados de Baza, una fuente monumental originaria del año 1607 que se ubica junto a la llamada Puerta del Peso, refresca al municipio granadino desde hace cuatro siglos, invita a sus habitantes a hidratarse y es, por tanto, un recurso vital que se debe conservar, cuidar y apreciar. Las personas que componen la Organizacion Social de Acción Humanitaria (OSAH) y la Asociación Solidaridad Asistencia en Compañía (ASAEC) ofrecen al barrio malagueño de Carranque espacios fundamentales de apoyo desinteresado, alimentación, cuidados, cobijo, transformación social y compromiso solidario. La biblioteca pública municipal de La Chana, en Granada, permite a su vecindario acceder a bienes y recursos culturales libremente, siendo además un lugar propicio para el estudio, la obtención de información y la comunicación, sobre todo para quienes sufren las consecuencias de la brecha digital. La lotera, el floristero, las farmacéuticas, el frutero, la dueña de un bar… personas que atienden al barrio en sus comercios de proximidad y que aportan seguridad y valiosas relaciones comunitarias para nuestro bienestar.
Hemos elegido algunos ejemplos diversos de activos de salud de entre los muchos identificados, descritos y puestos en valor por los tres centros educativos participantes en el proyecto Activando Salud, impulsado por Farmamundi: el IES Pedro Jiménez Montoya de Baza, el CDP Santa María de los Ángeles de Málaga y el IES Severo Ochoa de Granada. En concreto, ha sido el alumnado de FP de Sanidad y Servicios Socioculturales y a la Comunidad de estos centros al que, con el apoyo de su profesorado, se ha formado en la detección y visibilización de esos factores o recursos de salud que nos sirven para responder a algunos de los retos de presente y futuro que surgen en la actualidad, y que vinculan el bienestar de las personas de una comunidad con el del planeta, y viceversa. No en vano, el IV Plan Andaluz de Salud señala los activos de salud como modo de ampliar la mirada sobre los aspectos que inciden en la salud individual y colectiva.
Por eso nos parecía indispensable acercarnos a quienes en un futuro próximo se encargarán de prestar servicios comunitarios y sanitarios para que se familiarizasen con esta herramienta y fuesen capaces de generar, desde sus ámbitos de trabajo, espacios en los que poner sobre la mesa ciertas cuestiones que se hallan en su base. Una de ellas es la importancia de que las comunidades tengan control, información y capacidad de gestión sobre sus propios recursos de salud y que piensen en ella no de una manera asistencial y pasiva, sino desde un punto de vista holístico: la salud no como la ausencia de enfermedad en un organismo, sino como algo que va mucho más allá. De hecho, existen en la actualidad muchos procesos de malestar que se medicalizan y que, en realidad, podrían abordarse a partir del conocimiento y el reconocimiento de los activos de salud de una determinada comunidad. Basta con sensibilizarnos y dirigir el foco hacia las zonas adecuadas.
Con esa idea en mente, Activando Salud ha llevado a cabo una adaptación de la metodología de trabajo que viene desarrollando en el ámbito regional la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), adecuándola a un contexto educativo reglado como es el de la Formación Profesional. Al ser Farmamundi una organización dedicada al desarrollo y la cooperación internacional, hemos introducido un enfoque glocal —entre lo global y lo local—: una metodología de trabajo comunitario suele poner las miras en aquello que está ocurriendo de manera directa en un determinado contexto, pero con frecuencia pierde la perspectiva de cómo está siendo influenciado por cuestiones de carácter global y cómo puede a su vez ejercer influencia sobre esas cuestiones, en un viaje continuo de ida y vuelta. Para contrarrestar esa tendencia, en todo momento se han conectado los elementos de análisis más cercanos con las grandes problemáticas mundiales. Además, la metodología ha sido participativa, contando para su puesta en marcha con la colaboración de la Asociación Heliko Alternativas Ecosociales, que han ayudado al alumnado a afrontar el trabajo de campo en los espacios públicos.
En una primera fase se ha formado a la juventud sobre las temáticas clave del proyecto y se ha iniciado un proceso de investigación y diagnóstico comunitario a pequeña escala, coincidiendo con una coyuntura pandémica en la que la salud ha ocupado —y en buena medida lo sigue haciendo— el centro de toda la agenda social y mediática, por lo que Activando Salud no ha obviado sus implicaciones y sus repercusiones en el ámbito sanitario. En cuanto a las actividades de identificación de elementos del entorno de cada centro que podían ser generadores de salud, el acercamiento ha variado en cada caso, centrándose en las especificidades de cada zona: uno de los grupos de trabajo del IES Severo Ochoa en Granada, por ejemplo, se ha centrado en cómo la presencia de diferentes religiones en el barrio da lugar a una alta riqueza cultural y cómo eso repercute de modo positivo en su vida comunitaria. El de la diversidad es solo uno de los enfoques que hemos propuesto para este proyecto.
Salud activa e itinerante
Han sido cuatro los itinerarios que se han abordado para el desarrollo de Activando Salud: ecosocial, con mención específica a las relaciones que se establecen entre el medioambiente y las personas, y mediado por temas como la emergencia climática; psicosocial, donde hemos podido trabajar el enfoque basado en Derechos Humanos, considerando aquellos recursos o servicios a los que debe tener acceso la ciudadanía para vivir de una manera adecuada en el contexto social en el que se halle; socioemocional, con especial hincapié en el enfoque de género o de disidencia sexual, teniendo en cuenta cómo las relaciones con otras personas influyen en la salud, en tanto que modulan cómo son tratadas de forma pública; y el de diversidad en equidad, que de forma específica muestra cómo el tratamiento adecuado de esa diversidad genera salud en el entorno.
La siguiente fase del proyecto ha comenzado con la organización del alumnado participante en una serie de laboratorios creativos a través de los que se pretendía acometer la difusión del proyecto. En primer lugar y con el apoyo de la Asociación de Mujeres Tekeando, se ha elaborado un mapa digital al que se han ido retornando y cartografiando los activos de salud geolocalizados en el trabajo de campo, así como vinculándolos con los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible. A continuación, se ha querido dar forma a una pieza de educomunicación sobre el proyecto que pudiera entregarse a la ciudadanía para poner de relieve su temática principal, facilitando su localización en cada territorio y acercando de esta manera la Agenda 2030 al día a día de la ciudadanía. Con tal fin, el alumnado de cada centro ha elaborado una serie de fanzines o revistas autoeditadas con el acompañamiento del Colectivo Verbena, logrando que se iniciaran en un formato que desconocían y que se formasen en teoría y práctica de la imagen, lo que les ha permitido realizar sus propias fotografías de los activos de salud en el barrio.
Además de la difusión de estos fanzines en los propios centros educativos y en sus entornos cercanos —donde se habían realizado los correspondientes mapeos de activos—, se han llevado a cabo diversas acciones de comunicación directa acerca del desarrollo de Activando Salud, lideradas por el propio alumnado participante a través de sus redes sociales personales. Finalmente, se ha montado en cada uno de ellos una exposición en la que se rescataban las claves fundamentales del proyecto, destacando algunos de los activos de salud hallados y vinculando esos contenidos (a través de una serie de códigos QR generados con esa finalidad) a esta web de activando-ods.saludglocal.org, de tal manera que quien así lo desee pueda profundizar en las temáticas abordadas, ver el vídeo-resumen de la experiencia o tener accceso a los materiales generados.
Después de su magnífica implicación en Activando Salud y su genuino entusiasmo a la hora de pregonar a los cuatro vientos la existencia y la importancia de los activos de salud en nuestro entorno, este grupo de futuras y futuros prestadores de servicios comunitarios y sanitarios nunca volverá a mirar la salud de forma unidimensional. Ya saben que la salud puede estar en cada pequeño (gran) detalle: una fuente de agua fresca, un colectivo de personas que regalan su tiempo para ayudar a quienes lo necesitan, una biblioteca en la que pesan tanto sus libros como las ideas que nos ayudan a ser libres y a cambiar el mundo. Todo cuenta para sentirnos bien —y hacer que otras personas se sientan bien— y para que el resto del planeta sea más habitable.
Activando Salud es una iniciativa de Farmamundi, que cuenta con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación para el Desarrollo (AACID) de Junta de Andalucía.